Tamara Pettinato, cuando apareció en la lista de visitantes a la Quinta de Olivos durante la pandemia, expresó su incomodidad por la situación y pidió no hablar del tema para no ponerlo en foco.

Sin embargo, al seguir recibiendo insultos, decidió hacer un breve descargo.

Afirmó entender el enojo de la gente por las visitas durante la cuarentena, pero explicó que su presencia en Olivos se debió a un tema personal y no se sintió obligada a dar más explicaciones.

También cuestionó si a los hombres que fueron se les cuestionó tanto el motivo.

Pettinato insistió en que una cosa era el enojo y otra distinta la violencia, y consideró que sus explicaciones no tendrían eco en la opinión pública.