amigos, enemigos y validos.

Las claves de la nueva monarquía'.

A la reducida lista de amigos isleños habría que sumar a los hermanos, quienes iniciaron a don Felipe en el mundo de la vela y desde entonces no se han separado.

Es muy habitual verles juntos en el puerto de Palma, donde disfrutan del mar y de la navegación.

El regatista cerraría este grupo tan reducido de amigos de los reyes.

Al margen de sus amigos, lo cierto es que a Letizia le encanta pasar tiempo con Leonor y Sofía, sobre todo ahora que no las ve tanto como le gustaría.

Hace unos días fueron fotografiadas por el centro de Palma disfrutando de un paseo al que se unió la reina Sofía.

Las cuatro pasearon por la Plaza Mayor y aprovecharon para visitar la tienda que regenta Pilar.

La reina Letizia es poco amiga de las cosas impostadas, quizás es la obligación de permanecer en Palma cada verano lo que le ha provocado un sentimiento de rechazo hacia la isla.

Al menos hace años.

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Desde que se convirtiera en Reina de España allá por 2014, la mujer de Felipe VI cogió las riendas de la institución y aunque tiene que seguir veraneando en Mallorca por lo que implica disponer del palacio de Marivent, lo cierto es que en los últimos años se la ve más cómoda.

La consorte ha creado su propia tradición y cada verano inaugura su agenda oficial en la isla en el Atlántida Film Fest, acto con el que da paso a días muy intensos en los que es habitual que se dejen ver paseando por las calles de Palma o bien disfrutando de algún plan cultural en familia.

Doña Letizia, ahora sí, está a gusto en Mallorca y eso se nota.

Este verano, las vacaciones de la familia real en Mallorca han estado marcadas por los Juegos Olímpicos de París.

Con el regreso de don Felipe a Palma este jueves, al fin podremos ver a los reyes y sus hijas juntos sin mirar el reloj.

Ahora sí, han dado comienzo a sus verdaderas vacaciones en familia.

Tras dejarse ver juntos en el restaurante Mia, se espera que Felipe, Letizia, Leonor y Sofía nos vuelvan a deleitar con el clásico posado de verano en algún rincón de la isla.

Tampoco sería de extrañar que sorprendieran con alguna actividad cultural.

En solo unos días, la familia real abandonará Marivent para dar comienzo a sus ansiadas vacaciones privadas.