Ernest Maragall ha decidido darse de baja de ERC debido a la polémica generada por los carteles en su contra, pagados por el partido.

Esta decisión se produce tras las revelaciones sobre cómo se gestaron los carteles que lo asociaban a él y a su hermano con Pasqual Maragall, quien sufre de Alzheimer.

El excandidato de ERC a la alcaldía de Barcelona ha querido separar su decisión del hecho de que trascendieran estas revelaciones.

Maragall, quien ya había pedido que se asumieran responsabilidades 'orgánicas y personales' y con cuatro expedientes disciplinarios en marcha, ahora muestra su descontento por cómo la dirección política ha gestionado la crisis.

Ha reafirmado la necesidad de renovar la cúpula en el próximo congreso de noviembre y de centrar los esfuerzos en cerrar el pacto con el PSC.

Maragall ha aclarado que retrasó hacer pública esta decisión unos días porque tenía COVID, temiendo que su silencio se interpretara como 'complicidad'.

La solicitud formal de darse de baja responde a 'tomar distancia crítica' de un 'espectáculo vergonzoso', pero ha reafirmado que Esquerra debe ser la 'fuerza central del catalanismo progresista' y que ayudará a ello como un ciudadano más.

Maragall, quien también fue consejero de Acción Exterior y se afilió a ERC en 2018 tras abandonar el PSC en 2012, da por buenas las explicaciones dadas por la dirección, pero insiste en que eso no la exime de su responsabilidad y lamenta que no se haya respondido a la crisis con 'máxima rapidez y ejemplaridad'.

La campaña de 'contraste', como la definió ERC cuando el escándalo salió a la luz el 1 de julio, se remonta a marzo de 2023 y consistió en pegar en las calles de Barcelona una serie de carteles con imágenes de Pasqual y Ernest Maragall junto a la frase 'Fuera el Alzheimer de Barcelona'.

La acción llegó en un momento en que las encuestas alejaban a Maragall del triunfo y quedaba oculto por otros tres candidatos.

Los carteles se pagaron mediante una estructura B y los Mossos, en su investigación, descubrieron que los indicios apuntaban al partido.

Maragall, en un principio, había descargado toda la responsabilidad en Tolo Moya, exjefe de comunicación de ERC.

Sin embargo, la filtración ha llevado al excandidato a decir ahora que no ha habido una buena gestión e instar a que se depuren más responsabilidades.

Moya, en una entrevista al diario, ha reafirmado que el exviceconsejero de estrategia, Sergi Sabrià, es el responsable de toda la campaña de contraste y creador del grupo de militantes de base que trabajaba en la estructura B.

Sabrià había renunciado hace un par de semanas a su cargo en el Govern, pero asegurando que no era el responsable.

Según su relato, él es una mera 'cabeza de turco' para encubrir a unos jóvenes que habrían diseñado la acción sin contar con el aval de la cúpula de comunicación y que fueron detenidos por los Mossos tras la denuncia presentada por el propio Maragall.

ERC llegó a ofrecerles hasta 50.

000 euros por comprar su silencio.

Con todo, el exlíder de los republicanos en el Consistorio ha dado por cerrado el episodio y se ha mostrado un profundo defensor de los valores que el partido defiende y ha apoyado de manera indirecta la negociación con los socialistas para la investidura de Salvador Illa.

'Para mí, esto está cerrado [el caso de los carteles]', ha afirmado.

También ha reafirmado que se siente 'identificado con el proceso explícito de renovación' que lidera la actual secretaria general del partido, Marta Rovira, y que le enfrenta al expresidente Oriol Junqueras, quien se retiró a principios de mes del liderazgo de los republicanos y aspira a volver a presentar su candidatura en el Congreso de noviembre.