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cuando se introduce algo de otra cultura, los japoneses se obsesionan con ello y lo adaptan a un nivel que puede sorprender a los creadores.
Esta tendencia de incesante perfeccionamiento cultural se puede ver en el ramen.
Originalmente traído de China, se convirtió en un elemento básico de la clase popular japonesa a principios del siglo XX.
A partir de ahí, se extendió hasta alcanzar el verdadero estatus de plato nacional, y ahora es un fenómeno mundial.
El amplio horizonte que tiene el ramen es realmente impresionante.
Todavía tiene una presencia significativa como una comida barata y popular que la gente puede disfrutar casualmente solo mientras hojea revistas.
Al mismo tiempo, también ha avanzado en el camino del lujo con abundantes ingredientes de lo más variopintos.
En 2014, la ciudad de Tokio inició una nueva categoría de ramen, y en 2016 apareció el primer restaurante de ramen con estrella Michelin.
Su popularidad trasciende ahora las fronteras nacionales, con aficionados como el estadounidense Brian McDuckston que comparten el atractivo del ramen por todo el mundo a través de YouTube.
En Tokio, ahora se organizan visitas guiadas para turistas, como la de “comer seis tazones de ramen en tres horas”.
Se dice que estos recorridos tienen un gran éxito.
Además, cada región de Japón tiene su propia cultura del ramen.
Con una base de aficionados tan grande, naturalmente en Japón existe manga que trata sobre el mundo del ramen.
Tales obras cuentan con una larga historia.
“¡A por el ramen!”, de Mochizuki Mikiya, serializado en la revista en la década de 1970, fue el primer manga de ramen.
El plato ya era popular entre los niños en aquellos tiempos.
En la década de 1980, el popular manga gastronómico “Oishinbo” (historia de Kariya Tetsu, dibujo de Hanasaki Akira) y “Mister Ajikko” (Ueyama Tochi) trataron historias sobre ramen.
En la serie de ‘La guerra del ramen’ de principios de la década de 1990 aparecieron personajes como el jefe de un Instituto de Investigación de la Cultura del Ramen o los Tres Mosqueteros del Ramen.
Se sabe que, en ese momento, la cultura del ramen rayaba una manía para algunos aficionados.
A finales del siglo XX apareció un manga que abordaba el ramen como un género propio.
Hablamos de “Ramen Daisuki Koizumi-san”, que significa aproximadamente “cuentos del descubrimiento del ramen”, y que fue serializado en la revista de Shōgakukan a partir de 1999.
La historia es obra de Kube Rokurō, y el dibujo está a cargo de Kawai Tan.
También acredita al crítico de ramen Ishigami Hideyuki, conocido como “el hombre con el paladar divino”, como colaborador.
La obra se hizo ampliamente conocida gracias a mensajes tales como “¡Hay un ramen para leer!” o “¡Este es un delicioso manga de ramen!”, y terminó dejando una importante huella en la historia del cómic japonés.
El protagonista de “Ramen Daisuki Koizumi-san” es Fujimoto Kōhei, un veinteañero empleado de una empresa comercial llamada Daiyū Shōji.
Fujimoto no se esfuerza mucho en su trabajo y siempre se asegura de salir a las cinco de la tarde.
Nadie cree que sea un buen empleado, pero él tiene un sueño: quiere regentar un restaurante de ramen.
Para hacerlo realidad, comienza a entrenarse por su cuenta y por la noche pone un puesto callejero de ramen.
Su trabajo diario solo le sirve para ganar el capital suficiente para abrir un local de fideos adecuado.
Japón ya había dejado atrás el viejo pensamiento de: “Si lo das todo a tu empresa, tu empresa cuidará de ti toda la vida”.
Era una época en la que la gente comenzaba a considerar las empresas en las que trabajaban como una herramienta para su propio plan de vida.
A medida que su obsesión por el ramen crece, Fujimoto se esfuerza por aprender a preparar el plato.
Aunque todavía no está al nivel de un verdadero profesional, tiene abundantes conocimientos y un paladar dotado.
Al mismo tiempo, su sección laboral planea entrar en la industria gastronómica y él irrumpe así en su trabajo diario.
Esto quiere decir que ahora lidia con el ramen tanto en su vida privada como en su oficina.
Ese entorno permite que comparta no solo el desarrollo histórico del ramen en Japón, sino también el progreso del nacimiento de nuevas tendencias locales e innovaciones en sabor y textura; el lado oculto de la industria del ramen, como el uso de caldo producido y distribuido en masa; y una comparación con otras variedades de fideos, como el soba, que ya han alcanzado una madurez más completa.
Es una rica fuente de información que aporta un disfrute aún más profundo del ramen.
Gracias a este manga, el lector podrá entrar en cualquier restaurante de ramen, ya sea una cadena o un viejo local de cualquier rincón, y disfrutar de estos fideos con una visión renovada.
En el manga, Fujimoto se enfrenta a una gran barrera, una suerte de “jefe final”: Serizawa Tatsuya.
Este personaje es el propietario del restaurante Seiryūbō y también trabaja como coordinador de alimentos.
Su estrategia mediática es esmerada, lo que lo convierte en una especie de figura destacada del ramen.
Sin embargo, incluso siendo un hombre de negocios serio, también es un profesional del ramen con el espíritu de un artesano, hasta el punto de que se afeita la cabeza para asegurarse de que no caiga ni un solo cabello en su sopa.
¿Es correcto siempre, sin importar la situación, hacer ramen con pasión y atención meticulosa? ¿Los aficionados incondicionales son siempre bienvenidos incondicionalmente? Para uno que no sea profesional, las respuestas a estas preguntas podrían ser un “sí” rotundo.
Pero para un verdadero profesional que prepara ramen, también es necesario un punto de vista empresarial.
En vez de un sabor delicado que solo unos pocos clientes podrían apreciar, ofrecer un ramen concentrado fácil de entender para todo el mundo puede ser la opción correcta como negocio.
Serizawa dice de los fanáticos que son más quisquillosos con sus conocimientos que con el sabor del ramen: “¡No están comiendo ramen, están comiendo información!” Pero si el uso de esa información tiene valor en esta era de internet, lo usará.
Esa es su actitud.
¿Un profesional experimentado y curtido? ¿O un aficionado con una técnica extremadamente buena? Serizawa entra a menudo en conflicto con Fujimoto, lo que desemboca en un duelo de ramen.
Finalmente, las dos partes se enfrentan en un gran escenario con la participación de los medios de comunicación.
Serizawa es una figura importante para Fujimoto.
A pesar de su extraordinario conocimiento y pasión por el ramen, este último sigue siendo solo un aficionado.
Se gana la vida con el trabajo de oficina, y no puede discutir el hecho de que el ramen sigue siendo solo un pasatiempo para él.
Finalmente, se da cuenta de que Serizawa siempre ha sido su guía.
“Ramen Daisuki Koizumi-san” está ambientado a mediados de la década de 1990, una época en la que el ramen estaba evolucionando en Japón como una cocina única y creativa.
A partir de ahí, continuó en dos series bajo el título “Ramen Daisuki Koizumi-san”.
El contenido cambia a medida que sigue el desarrollo de la historia del ramen más allá de las fronteras nacionales y continúa transmitiendo los atractivos del plato.
Pero, ¿qué es realmente el ramen? Serizawa dice lo siguiente: “Todo se reduce a la pasión en sí de crear algo real a partir de lo falso”.
La historia y la tradición del ramen, como cocina creativa, siguen siendo poco profundas en comparación con la cocina francesa, china o tradicional japonesa.
De hecho, nació como un alimento de masas.
En “Oishinbo”, el personaje goloso Kaibara Yūzan evaluó el ramen como una comida vulgar.
Y desde su punto de vista, bien podría ser así.
El uso de la palabra “falso” por parte de Serizawa podría tener sus raíces en la misma razón.
Pero el ramen todavía tiene todo el potencial de un campo nuevo e inmaduro.
Cambia día a día con una energía dinámica para mostrar un sinfín de nuevos desarrollos.
Eso me hace recordar algo más sobre Japón.
De hecho, es el manga.
La historia y la tradición del manga aún son poco profundas, y esta forma de arte nació como un simple entretenimiento de las masas, sin ninguna pretensión de expresión intelectual.
Aquellos como Kaibara Yūzan, que valoran la cultura de la corriente principal, bien podrían devaluar el manga (¡aunque él mismo es un personaje de una obra de este tipo!).
Pero la pasión que la gente vierte en el manga lo ha convertido en un medio con seguidores acérrimos por todo el mundo.
Y el manga comparte con el ramen el proceso de ir puliendo la cultura recibida