Javier Milei presentó el primer proyecto de presupuesto de su gestión en el Congreso, un evento sin precedentes que le permitió convertirlo en un acto partidario y criticar a los diputados y senadores opositores presentes.

Milei afirmó que el superávit fiscal resolverá todos los problemas de Argentina y que el Estado solo debe ocuparse de la política económica y la seguridad, dejando otras cuestiones como la educación, la salud, la seguridad social y la cultura a las provincias o al mercado.

Milei declaró que este presupuesto cambiará la historia del país, devolviendo a Argentina su grandeza pasada.

Criticó a la clase política por restringir las libertades y prometió poner límites al Estado.

No dio detalles específicos del presupuesto para 2025, pero presentó una fórmula que, según él, hará de Argentina un país solvente: primero ahorrar y luego decidir cuánto gastar.

La Casa Rosada espera un crecimiento del PIB del 5% en 2025, una inflación del 18,3% (actualmente del 236,7% interanual) y un superávit primario del 1,3% del PIB.

El gobierno de Milei envía así un mensaje a sus acreedores, asegurando que el país cumplirá con sus obligaciones a pesar de las reservas negativas del Banco Central.

Milei alcanzó el equilibrio fiscal suspendiendo la obra pública, los salarios estatales y los envíos de dinero a las provincias.

Advirtió a los gobernadores que deben ahorrar 60.

000 millones de dólares y a los legisladores que vetará cualquier ley que atente contra el equilibrio fiscal.

Insistió en que el único camino es terminar con el déficit fiscal, reducir el gasto público, eliminar impuestos y confiar en la libertad de los argentinos.

La presentación del presupuesto 2025 fue atípica, con Milei rodeado de sus ministros y seguidores, y solo 120 de 257 diputados presentes.

Los opositores, especialmente los kirchneristas, fueron los más afectados por la puesta en escena, transmitida por radio y televisión.

Milei los acusó de no saber sumar y les propuso escuchar su discurso con atención.

A pesar de sus ataques, Milei deberá negociar con la oposición, que tiene la mayoría en el Congreso y la clave para aprobar cualquier ley.