El cantante Esaud Suárez ha denunciado públicamente que está siendo víctima de extorsión por parte de delincuentes trujillanos, quienes le han enviado amenazas a él y a su familia, incluyendo a sus hijas.

Suárez, conocido por su participación en orquestas como Kaliente, Caribeños de Guadalupe y Papillón, ha revelado que esta situación ha tenido un grave impacto en su vida personal y profesional.

Sufre de insomnio y ha tenido que medicarse para poder descansar.

Además, ha decidido poner en pausa sus presentaciones para evitar posibles atentados.

En una entrevista con una radio local, Suárez mencionó que lleva 20 días sin poder trabajar debido al temor por su seguridad y la de su familia.

Ha recibido constantes llamadas y mensajes amenazantes, incluyendo audios que detallan planes para atentar contra su vivienda y el bus en el que se transporta.

El programa Latina mostró parte de las conversaciones que los delincuentes le enviaron, en las que también involucraban a su familia en las amenazas.

La situación se agravó aún más cuando recordó el reciente asesinato de un colega cumbiambero durante un concierto en vivo, lo que aumentó su preocupación por la seguridad en el ambiente musical.

Debido a esto, Suárez decidió llevar su denuncia a la opinión pública, buscando llamar la atención de las autoridades para obtener protección adecuada.

Durante su intervención en la radio local, suplicó a las autoridades que tomen cartas en el asunto y garanticen su seguridad.

El pasado lunes 10, mientras realizaba una presentación en una cebichería del distrito de Independencia, en Lima, el crimen quedó registrado en un video, ya que el intérprete estaba transmitiendo en vivo a través de la plataforma TikTok su actuación musical.

La policía ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos.

Según las primeras informaciones, Suárez estaba siendo extorsionado para que pagase una gran cantidad de dinero; de no hacerlo, no podría continuar cantando en Lima Norte.

Sin embargo, el entorno cercano al artista asegura que no tenían conocimiento de tales amenazas.

Su hermano informó a varios medios que se enteró de los mensajes extorsivos a través de las autoridades.

Amigos, familiares y colegas se congregaron en un conocido local de eventos y espectáculos en Los Olivos para despedirlo.

Durante el sepelio, el administrador del establecimiento, Juan Pablo Fernández, lamentó que las extorsiones sean algo común para solistas y agrupaciones musicales, relatando que él mismo ha sido víctima de estos actos delictivos.