Las elecciones municipales y de gobernadores regionales en Chile se realizarán en dos días.

Este martes, el Congreso Nacional aprobó el veto presentado por el Gobierno de izquierdas del presidente Gabriel Boric, que estableció que los comicios locales se llevarán a cabo el sábado 26 y domingo 27 de octubre de 2024.

La modificación, que corrige un proyecto debatido y despachado hace meses por los legisladores, reafirmó además el feriado irrenunciable para fomentar la participación de los trabajadores, aunque rebajó el monto de la multa fijada para quienes se excluyan del proceso eleccionario.

También se fijaron nuevas reglas sobre la ley seca, que tradicionalmente impedía la venta de bebidas alcohólicas al menos un día antes del día de una elección.

La decisión cerró, en parte, una larga discusión política sobre los ajustes al sistema electoral, los cuales se revisaron a solo dos meses de las elecciones.

Representantes del oficialismo y de la oposición marcaron sus diferencias sobre la obligatoriedad del voto, las sanciones por no sufragar y la participación de los extranjeros residentes en el país sudamericano.

Estas elecciones serán las segundas que se realizarán en dos días.

En medio del confinamiento por la pandemia de la COVID-19, las autoridades definieron que las elecciones municipales, de gobernadores regionales y de los convencionales constituyentes del primer proceso constitucional, se realizarían durante el fin de semana del sábado 15 y domingo 16 de mayo.

Este año, el Servicio Electoral (Servel), el organismo encargado de organizar las elecciones en Chile, sugirió al Ejecutivo y al Congreso que trabajaran en una ley que permitiera que los comicios locales se desarrollaran también en dos jornadas.

La idea surgió a partir de las dificultades que implicaba la votación obligatoria para múltiples cargos.

Los electores tendrán la posibilidad de votar en uno de los dos días en los que permanecerán abiertas las mesas receptoras de sufragios.

El sábado en la noche, el personal de las Fuerzas Armadas encargado de vigilar los locales de votación resguardará las urnas con los votos, las cuales serán selladas.

Al día siguiente, los vocales de mesa, ciudadanos elegidos mediante un sorteo para recibir los votos, reabrirán las cajas y continuarán con el proceso hasta el cierre definitivo.

En Chile, el voto es obligatorio para todos los ciudadanos mayores de 18 años que aparezcan en el padrón electoral.

Para las elecciones municipales y regionales de octubre, la multa por no sufragar será de 0,5 unidades tributarias mensuales (UTM), equivalentes a 33.

000 pesos (unos 34 dólares).

La cifra fue rebajada del castigo económico que se estableció por la abstención en el plebiscito constitucional de diciembre de 2023, que contemplaba montos que partían desde los 33.

000 pesos hasta los 200.

000 pesos (211 dólares).

El proyecto original debatido en el Congreso derogaba el feriado para el día de la elección.

El veto ingresado por la Administración de Boric solicitaba mantener un día libre para fomentar la participación de los trabajadores del rubro de los servicios, especialmente los del comercio.

La Cámara de Diputados finalmente decidió que el día domingo 27 tendrá una jornada libre para quienes se desempeñan como empleados en las tiendas.

El sábado 26, el día que se abrirán las elecciones, el comercio funcionará con normalidad.

Durante décadas, el sistema electoral incluyó una ley seca que impedía la venta de bebidas alcohólicas al menos un día antes del día de una elección.

La medida fue discutida por los diputados y senadores, quienes consideraron los argumentos del comercio, que se quejaba de los efectos económicos de la prohibición.

Ante esto, y en medio del debate por el veto presidencial, se definió que esta elección no contará con una restricción para la venta del alcohol.

Las elecciones municipales de 2024 mantendrán una medida que había sido implementada desde las elecciones realizadas durante la pandemia.

En estos comicios, los electores deberán marcar su sufragio usando un lápiz pasta de color azul, el cual se puede portar consigo o que será proporcionado en el local de votación.

Este cambio marca el fin del lápiz grafito, que por décadas fue usado para marcar las preferencias en las boletas electorales.