Los niveles de agua en muchos de los ríos de la cuenca del Amazonas han alcanzado sus niveles más bajos registrados en medio de una sequía continua, según el Servicio Geológico de Brasil (SGB).

El río Madeira, un importante afluente del Amazonas, había caído a solo 48 cm en la ciudad de Porto Velho el martes, desde un promedio de 3.

32 m para este día.

El río Solimões también ha caído a su nivel más bajo registrado en Tabatinga, en la frontera de Brasil con Colombia.

La agencia de monitoreo de desastres naturales de Brasil, Cemaden, ha descrito la sequía actual como la 'más intensa y generalizada' que ha registrado.

Es particularmente preocupante porque ha empeorado relativamente temprano en la temporada seca del Amazonas, que típicamente va de junio a noviembre.

Esto sugiere que la situación en el Amazonas puede no mejorar significativamente durante algunos meses en una región que es crítica en la lucha contra el cambio climático, además de ser una rica fuente de biodiversidad.

Los vínculos entre la sequía y el calentamiento global son complicados, pero el cambio climático puede desempeñar un papel en el empeoramiento de las condiciones secas de dos maneras principales.

En primer lugar, la cuenca del Amazonas típicamente recibe menos lluvia de lo que solía entre junio y noviembre a medida que los patrones climáticos cambian.

En segundo lugar, las temperaturas más altas aumentan la evaporación de las plantas y los suelos, por lo que pierden más agua.

El año pasado, la sequía también se vio agravada por el patrón climático natural conocido como El Niño, que tiende a hacer que el Amazonas sea más cálido y seco de lo normal.

Otro factor en las sequías del Amazonas es la deforestación.

Alrededor de una quinta parte de la selva tropical se ha perdido en los últimos 50 años, por ejemplo, para dar paso a la agricultura.

Estos árboles proporcionan resistencia contra la sequía porque ayudan a aumentar la lluvia al liberar humedad de nuevo al aire desde sus hojas.

Sin ellos, el Amazonas es más vulnerable.

Pero la sequía actual, que ha ayudado a que los incendios se propaguen, destaca algunos de los desafíos de limitar la pérdida adicional de bosques.

Los bajos niveles de agua en los principales ríos de la región también están afectando gravemente la vida de las personas locales, que dependen de ellos para la navegación.

Según Cemaden, hasta la semana pasada había más de 100 municipios que no habían visto lluvia en más de 150 días.

Los residentes de Manacapuru, en las orillas del río Solimões, dijeron que estaban luchando para obtener suministros vitales, incluyendo alimentos y agua potable, para la ciudad.

'Anclamos el barco aquí, y al día siguiente estaba atrapado en tierra seca.

No teníamos forma de moverlo', dijo el pescador Josué Oliveira a la agencia de noticias Reuters.

Espero que esta versión más detallada te sea útil.

Si necesitas más información o ayuda, no dudes en decírmelo.