cuando dejó el Bayern Múnich para ir a EE.

UU.

, se sintió más como unas vacaciones de retiro que como un movimiento estratégico de carrera.

En el año 2000, la MLS todavía estaba encontrando su camino.

No tenía el glamour ni el respeto que disfruta hoy.

Matthäus tuvo la oportunidad de ser la estrella que la MLS necesitaba desesperadamente.

Pero en lugar de centrarse en curar una lesión de espalda, ¿adivina qué? Hizo una parada en St.

Tropez.

Sí, lo oíste bien.

En lugar de estar en un centro de rehabilitación, estaba tomando el sol en la Riviera Francesa.

Entonces, ¿qué hacemos con este legado? Por un lado, no se puede negar la grandeza de Matthäus.

Es un ganador de la Copa del Mundo, una leyenda del Bayern y fácilmente uno de los mejores de todos los tiempos.

Pero su tiempo en la MLS.

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bueno, digamos que fue un poco desordenado.

Cuando firmó con los MetroStars, parecía una combinación perfecta.

La MLS necesitaba nombres grandes para atraer atención y llenar estadios.

¿Y Matthäus? Necesitaba un capítulo final antes de colgar las botas.

Pero había un problema.

Se hizo evidente que no estaba tan comprometido como se esperaría de alguien de su calibre.

Jugó de marzo a octubre de 2000, pero 'memorable' no es exactamente cómo describirías su desempeño.

Si el objetivo era elevar el nivel de la MLS, bueno, tal vez no alcanzó esa marca.

Ahora, antes de que alguien me acuse de ser injusto, seamos realistas.

El fútbol en EE.

UU.

no era lo que es hoy.

La MLS no tenía la infraestructura que vemos ahora.

En aquel entonces, jugar en los Estados Unidos era casi como unas vacaciones para los veteranos europeos.

Y para ser honesto, Matthäus no fue el único nombre grande en tratar a EE.

UU.

como una parada previa al retiro.

Hemos visto esta historia con muchos otros jugadores famosos.

Pero mientras Beckham trajo un glamour serio y una ética de trabajo que no se podía negar, Matthäus parecía tratarlo todo como una gira de despedida con poca inversión.

Aquí es donde entra la ironía.

Incluso con una carrera tan deslumbrante, Matthäus nos deja con estas preguntas persistentes: ¿Realmente tomó en serio la MLS? ¿O fue solo una nota al pie de su carrera, una forma de captar algunos titulares antes de retirarse? No olvidemos que fue parte del equipo de los MetroStars que ganó el título de la División Este de la MLS en 2000.

Sí, Matthäus estuvo allí para eso.

Pero seamos honestos, no es exactamente el tipo de trofeo que destacaría en su currículum.

No es la Liga de Campeones, no es la Copa del Mundo.

Y para alguien que siempre parecía impulsado por la excelencia, ganar la División Este de la MLS no parece que fuera parte del gran plan.

Ahora, sobre ese viaje a St.

Tropez, ¿en serio? Si eres un atleta profesional en medio de una temporada y tu cuerpo te dice que necesita cuidados, el último lugar donde deberías estar es descansando en una playa de lujo.

Eso es como un CEO tomando vacaciones en medio de una crisis corporativa.

Claro, todos necesitan un descanso, pero el tiempo lo es todo.

La decisión de Matthäus de volar a la costa francesa fue mala, simple y llanamente.

Se veía terrible para él y para el equipo.

Dejó a todos con la sensación de que realmente no estaba comprometido a largo plazo.

Pero, ¿podemos juzgarlo tan duramente? Estaba al final de su carrera y ya había ganado todo lo que había que ganar.

Tal vez, para él, esto era solo una forma de disfrutar el último tramo de su vida profesional.

Tal vez veía la MLS como un trabajo secundario, un acto final que no tenía mucha importancia.

O tal vez estaba simplemente cansado, física y mentalmente, después de años de jugar al más alto nivel.

¿Quiénes somos para juzgar?Lo curioso es que, a pesar de este final desordenado, Matthäus sigue siendo una leyenda.

Su reputación en Europa y en todo el mundo no se vio realmente empañada por su tiempo en EE.

UU.

Pero seamos realistas: este capítulo de su carrera siempre vendrá con un asterisco.

Uno de los mejores jugadores de todos los tiempos tropezó un poco al final del camino.

La lección de toda esta saga es una mezcla de admiración y frustración.

Admiración por el jugador que fue y toda la gloria que logró.

Pero frustración porque parece que no dio lo mejor de sí en la MLS, como si pudiera haber salido con un poco más de brillo, un poco más de dignidad.

Entonces, ¿fue Matthäus un héroe o un villano en esta historia? Tal vez fue un poco de ambos.

Un héroe que simplemente estaba agotado, pero que, al final, aún dejó su marca, aunque un poco manchada, en el fútbol estadounidense.